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Arte con pintura comestible

arte con pintura de dedos comestible

La pintura nos permite una expresión emocional en la que plasmar nuestros sentimientos e ideas. Es primordial utilizarla como ejercicio psicomotor en la infancia para potenciar la motricidad fina,  el desarrollo físico, mental y social del niño y, mediante su uso continuado, alcanzar nuevas habilidades.

La actividad artística con pintura hace madurar y mejorar las funciones neuronales del niño facilitándole asimilar los conocimientos de una forma más directa y divertida. Les relajará y les ayudará a tener mejores y felices sueños.

Es de principal importancia su uso en los llamados niños “hiperactivos”. Ayuda en la socialización y en desarrollar la creatividad.

Es muy positivo pintar acompañado de más niños o incluso gente mayor que pinte a su lado por la interactuación que supone desde una base inconsciente, ayudando al aprendizaje mutuo y a vencer obstáculos que pudieran parecer infranqueables.

Practicar en el uso de la imaginación mediante la pintura ayuda en la propia seguridad y a dar rienda suelta a todo lo imaginado en el momento de plasmar una obra de arte.

Es importante que compartas con el niño mientras realiza su acción creativa, ofreciéndole tu complicidad para ganar su confianza y vea que te importa el esfuerzo que está realizando.

La pintura de dedos es un paso más a la cercanía con el material. Los niños pueden sentirla directamente en su tacto, por lo que el estímulo sensorial avanza un grado al permitirles ser directamente artífices de la creación, aportando una diversión añadida que les ayuda a desarrollar la mente al entrar en contacto con los colores. Es un estímulo sensorial estupendo… Y en esta ocasión, al ser además pintura de dedos comestible avanzamos un grado más en nuestra cercanía.

El arte con pintura comestible es ideal para todas las edades. Todos podemos disfrutar mediante su aplicación por su envolvente textura y la ventaja que tiene respecto a los más pequeños es que no importa si se chupan los dedos, aunque como no está dulce, enseguida desisten del intento y no habrán de coger un empacho.

La  pintura de dedos comestible es una de mis favoritas por lo efectivo de su aplicación y vistosidad que se logra en la obra. Personalmente me encanta. Pueden trabajarse con ella de muchas maneras. No sólo tienen que limitarse a untar el dedito.

A nuestros peques se la ofrecimos por primera vez, en torno a los 10/11 meses y aún recuerdo la alegría que experimentaron. Es ideal comenzar la aventura pictórica con las pinturas caseras comestibles, ya que no suponen ningún problema ni peligro, si el niño se las lleva a la boca.

Ingredientes y materiales para hacer pintura comestible casera

Materiales

  • Agua
  • Maicena
  • Cazo
  • Cocina
  • Colorante alimentario
  • Pincel
  • Peine
  • Palitos de helado
  • Cartulina bien dura, cartón, tabla de madera o lienzo.
  • Palangana con agua y trapito para limpiarse

Paso a paso:

  1. Protege la mesa con un plástico y al peque con un amplio delantal o ropa manchable.
  2. Pon dos partes de agua en un cazo en el fuego y mientras disuelve la maicena en frío en el otro tercio de agua. Júntalo todo en el fuego, removiendo continua y suavemente, hasta que espese y se ponga transparente.
  3. Déjalo enfriar y repartidlo en los vasitos, agregando colorante de cada color a cada uno de ellos.
  4. Indícale que puede lavarse las manos si desea que el nuevo color que va a aplicar sea más nítido.
  5. Deja que los niños den rienda suelta a su imaginación y seguro que saldrán pinturas preciosas.
  6. Además de sus dedos pueden utilizar objetos para marcarlos en su obra como puede ser un tenedor, palillos y lo que tengáis a mano que, sobre la marcha, os inspire hacerlo. Incluso los pinceles pueden utilizarse combinadamente si el artista así lo cree oportuno.
  7. Podéis dejar mucho grosor en vuestra pintura para crear efectos más impresionistas y espectaculares….

Cuando la obra se seca queda dura y la textura es igual… ¡Que la de un cuadro al oleo!.

En esta ocasión, como puedes ver en nuestras imágenes y en el vídeo, hemos aprovechado la textura de esta pintura tan moldeable para hacer un cuadro impresionista inspirándonos en los nenúfares de Monet. Es ideal para iniciar en el arte a los niños más mayores.

El impresionismo surge a finales del siglo XIX como reacción al realismo. Más que reproducir la realidad pretende plasmar la impresión emocional que el paisaje produce por medio de una pincelada suelta que pretende causar un efecto lumínico.

Quién puede hacer esta actividad y alternativas

  • Bebés a partir de 6 meses: La pintura dactilar comestible es uno de los primeros materiales que puedes dar a tu niño para sus primeros pasitos en la expresión artística. Los bebés disfrutan plasmando los colores libremente, según su fantasía, con sus deditos. Recuerda que siempre debes estar a su lado para sufragar cualquier imprevisto. Desarrollarás su coordinación y su capacidad creativa.
  • Niños a partir de 3 años: Pon todos los elementos a su alcance y ponte a pintar tu propia obra a su lado. Disfrutaréis mucho con el compartir y aprenderéis mutuamente con la obra del otro.

Alternativas para niños más mayores

Para los niños más mayores aconsejamos plasmar su obra con pintura de dedos comestible directamente en una madera o lienzo ya que, al coger paulatinamente más pericia, les gustará conservarla e ir aumentando su propia colección de pinturas, que cada vez serán más hermosas.

Para qué sirve esta actividad

Es importante vencer nuestra reticencia a que nuestro niño pueda mancharse, pues es aconsejable en el desarrollo de los niños. Aprenderán también acerca de la limpieza con ello.  El simple contacto con la pintura y los colores que aporta es una experiencia que aumentará su creatividad.

Como te contaba, los beneficios de la pintura para los niños son muchos y variados.Los niños se entretendrán de una forma inocente divirtiéndose a la vez. Despertarás su imaginación y expresión artística, potenciando su autoestima, la coordinación motora y la motricidad fina en manos y dedos, a la vez que aumentarán sus sensaciones táctiles y facilitarás el conocimiento de los colores y las distintas texturas.

En este caso, al ser una textura tan suave y blandita aporta mucho bienestar y arropamiento y, al tener que aplicarla en un formato determinado ayudamos a un mejor razonamiento del espacio.

Arte con pintura comestible

Consejos prácticos

  • La pintura se va bien de la piel con agua y también de la ropa, si bien siempre es mejor usar ropa que no importe mancharse.
  • Ten a mano trapitos mojados para ayudarle a lavarse cada vez que haga falta.
  • Puedes guardarla unos días en la nevera para utilizarla en nueva aplicaciones.
  • Si pintáis sobre cartulina, es importante que sea bien dura, pues se ondulará un poco cuando se seque… Recomiendo mejor usar una tabla dura o incluso un lienzo y aprovechar a pintar al igual que si fuese con oleo.
  • Trabajad en una zona espaciosa, incluso directamente en el suelo, donde el niño puede moverse con mayor libertad para plasmar su creación. Le encantará si le ofreces un amplio mural para su obra y se lo pasará genial.
  • Deja que se exprese libremente, aunque esté utilizando alguna herramienta de forma poco ortodoxa. No buscamos la perfección sino desarrollar la propia sensibilidad artística a través de la experimentación.

Aquí puedes ver el vídeo de nuestra experiencia con la pintura de dedos comestible.

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