INGREDIENTES NECESARIOS:
Esponjitas de varios colores.
Gominolas de frutas de varios sabores.
Lengüetas de colores para el relleno de algunas capas.
Piruletas y cualquier chuche que os guste.
Otras cosas: palillos de colores, de madera, corcho blanco, papel aluminio, cartón, blonda, papel celofán transparente y moña. Un metro o regla, un cutex, un lápiz. Guantes para manipular las chuches.
ELABORACIÓN:
1: Cortamos las bases de las capas de corcho blanco con el diseño que hayamos elegido: cuadradas, rectangulares, redondas o una combinación como hice yo. Forramos cada molde con papel aluminio y unimos todas las capas con la ayuda de palillos de madera. os recomiendo que para cortar los palillos de madera o de colores utilicéis una herramienta que se llama «cortacables» o «cortafríos» que es como unos alicates pero que corta más y tiene que emplearse menos fuerza para ello pues hay muchísimos palillos que cortar y nos terminarán doliendo las manos y los dedos si no lo hacemos bien desde el principio.
2. Ponemos todas las chuches fuera de los envases en bandejas para tenerlas a mano y los pinchintos también cerquita.
3. Lo más adecuado es ponernos los guantes y hacer primero el diseño de la tarta, poner las capas de los pisos sin llegar a pinchar las chuches para ir viendo cómo va quedando pero si no tenéis mucho tiempo, como me ocurrió a mí, pues lo vais haciendo sobre la marcha.
Las primeras capas deben ir los elementos que digamos se verán como bases de los pisos y que llevan los pinchos más cortitos (quizás tengáis que cortar muchos) y una vez hechas estas ya vamos rellenando con los pinchos largos, sin cortarlos y ensaltando las gominolas que quedarán tipo «brochetillas». Lo último es lo que queráis que predomine en él último piso de la tarta, en mi caso la piruleta grande.
4. Cortamos un cartón con la misma forma de la base y le ponemos una blonda encima y colocamos la tarta.
Envolvemos con papel de celofán para que no se sequen las chuches y rematamos con una moña bonita.
Autora de esta manualidad: Ana
