Hacer adornos con lana es muy pero muy sencillo, y además es una actividad perfecta para desarrollar la motricidad fina y la creatividad… solo necesitamos lana, cola y papel de hornear para hacer estos corazones de hilo que pueden ser un perfecto regalo de San Valentín, un adorno para el árbol de Navidad o un detalle para decorar cualquier rincón de casa.
Es una actividad que podemos hacer con niños de preescolar. Los niños más pequeños, a partir de 2 años, tal vez no logren seguir la forma del corazón, pero también pueden realizar la actividad con la lana como actividad creativa y para ejercitar la motricidad…
Materiales necesario
- Lana
- Cola blanca
- Agua
- Papel encerado (papel de hornear)
- Un rotulador permanente o lápiz
Paso a paso
- Lo primero que vamos a hacer es preparar nuestra solución de cola. Es decir, el líquido en el que mojaremos la lana. Para ello en un recipiente mezclamos bien 3 partes de cola y una parte de agua.
- Ahora debemos preparar nuestra plantilla. Vamos a trabajar sobre papel encerado para que los corazones no se queden pegados. Debemos dibujar varios corazones, del tamaño que queramos, usando el rotulador. Podemos prepararnos una plantilla de papel y reproducirla varias veces para que todos los corazones nos queden iguales, o dibujar los corazones a mano alzada.
- Ahora podemos empezar. Vamos a proteger la mesa con plástico, y también os aconsejamos que los peques se pongan un delantal plástico para proteger la ropa.
- Vamos a cortar trozos de lana ni muy largos ni muy cortos, entre 15 y 25 cm estaría bien. Si los peques saben usar las tijeras pueden hacerlo ellos mismos, de lo contrario lo haremos nosotros.
- Ahora los peques deberán mojar bien las lanas en la solución de cola, y luego ir poniéndolas sobre cada dibujo de corazón, tratando de no salirse de los bordes. Vamos a poner varias lanas, de manera que se vayan superponiendo unas con otras, hasta formar una trama.
- Una vez que estamos satisfechos con nuestros corazones, dejamos secar muy bien. Harán falta por lo menos 8 horas de secado, podemos acelerarlo en invierno poniendo el papel con los corazones cerca de la calefacción.
- Una vez que están secos, pasamos una lana para poder colgarlos.
Quién puede hacer esta actividad 
- Niños a partir de 2 años: En esta etapa es probable que no puedan respetar la forma del corazón, pero de cualquier manera esta actividad es útil para afinar la motricidad fina, fomentar la creatividad y estimular los sentidos.
- Niños a partir de 3 o 4 años: a partir de esta edad es posible que tengan un mayor control de sus movimientos, y podrán seguir la consigna de no salirse de los bordes. Además mostrarán interés por el objeto terminado, sintiéndose orgullosos de su obra.
Para qué sirve esta actividad
Estos corazones de hilo estimulan la motricidad fina, que es la que hace referencia a movimientos voluntarios precisos, que implican pequeños grupos de músculos. Además, y sobre todo para los más pequeños, es una actividad sensorial que estimula los sentidos de la vista y el tacto.
Los más grandes mostrarán interés por la realización de un objeto que podrán ver terminado, una obra artística. El arte es importante en la educación emocional, ya que además de estimular la creatividad, desarrolla la autoestima (yo fui capaz de hacer este objeto y quiero mostrárselo a todos)
Consejos prácticos
- Los niños deben estar siempre supervisionados por un adulto
- Además de corazones, podemos realizar cualquier tipo de forma sencilla: estrellas, flores, círculos, etc.
- Podemos incluir lanas de diferentes colores para que los peques las mezclen de manera creativa.
- Podemos espolvorear las piezas con purpurina antes de que se seque la cola, para darles un toque festivo.
