A menudo entre las actividades que realizamos cotidianamente podemos encontrar un motivo para aprender un poco de ciencia y acerca de la naturaleza. Mientras riegas las plantas puedes crear un arcoíris hermoso y real, igualito que el que se forma en el cielo mediante el agua y el sol… y en tu propio entorno.
Tus niños aprenderán acerca del color y quedarán muy contentos al ver que pueden reproducir el hermoso arcoíris en vuestro patio o jardín emulando el arte que la naturaleza tan amablemente nos ofrece.
Materiales
- Agua
- Sol
- Manguera con spray (opcional)
Pasos a seguir
- Ponte de forma que el sol quede tras de ti.
- Si tienes el espray para la manguera será genial. No has de hacer nada más sino ponerlo en funcionamiento. Si no lo tienes puedes emularlo tapando la manguera con los dedos de forma que salga una fina lluvia.
- Echa el agua hacia arriba para que suba y baje creando una especie de puente y verás como aparece el hermoso arcoíris creado artesanalmente. J
- Deja que tu niño repita tu acción y produzca su propio arcoíris todas las veces que quiera. Hasta puede que se aficione y quiera siempre hacerlo mientras riega las plantas.
Quién puede hacer esta actividad y alternativas
- Bebés a partir de 18 meses: A partir de los 18 meses el bebé ve todos los detalles perfectamente. Su visión le permite observar su mundo circundante. Ve los objetos bastante de lejos y distingue entre lo que le gusta y lo que no. Monta tu arcoíris y muéstrale donde se forma el color.
- Niños a partir de 3 años: Entre los 3 y los 5 años, los ojos de los niños se encuentran todavía en proceso de maduración. Le irá genial fijarse en algo tan sutil como es el arcoíris formándose en el cielo y ya puede sostener él mismo la manguera y crear el suyo propio.
Alternativas para niños más mayores
Los niños mayores pueden hacer este experimento probando variaciones en el grosor del agua que dejan salir de la manguera, tanto con espray o con sus dedos. Aprenderán asimismo la teoría de porqué se forma.
Para que sirve esta actividad
Los niños aprenderán que la luz es una mezcla de todos los colores del arcoíris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Explícale que los rayos de luz inciden de forma inclinada sobre un medio transparente, en este caso el agua. Al cruzarse con ella los rayos de luz cambian la dirección que inicialmente llevaban. Es el fenómeno de la refracción de la luz, según el cual cada color se desvía de distinta de manera según la luz entra en la gota de agua y la dispersa mientras llega de un extremo a otro de la gota. Una parte de la luz sale a su exterior y otra influye en su parte interna. Esta produce una desviación que el ojo humano puede apreciar como los distintos colores que se forman.
Consejos prácticos
- Si no tienes espray para tu manguera puedes poner los dedos en la punta y crear igualmente el efecto lluvia.
- Cuenta a tus niños cuentos (también podéis inventaros uno sobre la marcha de la actividad del día) o leed alguna de las leyendas del arcoíris que son muchas y variadas, como la de San Patricio en la que una olla cargada de oro viaja a través del arcoíris. Aquí os dejamos también un dibujo imprimible para colorearla.
Para seguir otro día con la temática y hacer más actividades con tus niños aquí te dejo estos dos enlaces de crear un arcoíris manualmente.
¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?
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