El juego de las sillas es ese retozo que no puede faltar ni en fiestas ni en cumpleaños. Se desarrolla lo mismo bajo techo que al aire libre y puede servir hasta para dar entusiasmo a un grupo ya cansado de jugar, bailar y corretear.
El juego de las sillas es un juego para cualquier grupo etario. Por eso, no dudes en incluirlo dentro de la próxima actividad que tengas pensada. A tu hijo y sus amigos les encantará divertirse con este ejercicio tan sano.
Los materiales
Para el juego de la silla solo precisas tener unas cuantas sillas. De hecho, una menos que la cantidad de pequeños que vayan a participar.
Te pongo un ejemplo:
Si van a competir 10 niños debes reunir 9 sillas.
La cuestión del asunto es que siempre falte un asiento.
El juego
Para llevar a cabo esta actividad deberás adoptar el papel del Dj, a tu cargo estará el poner un tema musical que incite el movimiento: el merengue es uno de los mejores ritmos que pueden recomendarse en este caso, pero igual sirve una salsa, un mambo, un reggae, un chachachá… A tu cargo estará el dar pausa y play a la canción elegida.
Luego pídele a los niños colocar las sillas en círculo y situarse alrededor de ellas. Cuando esté todo preparado prende la música y ¡que comience el bailoteo!
El juego de la silla consiste en bailar mientras se desplazan alrededor del círculo de sillas hasta que la música pare. Cuando ocurra esto, cada niño deberá sentarse en la silla que le quede más cercana a él. Como hay más personas que asientos, siempre uno quedará afuera.
El pequeño que no logre alcanzar silla deberá retirarse del juego. Posterior a esto se quitará un asiento, se prenderá la canción y otra vez a bailar alrededor de la circunferencia. Cuando otra vez pares la canción los infantes se disputarán los asientos, el niño que se quede parado habrá perdido, se quitará otra silla y se reanudará la actividad.
Esta rutina seguirá de igual forma hasta que al final queden dos niños y una sola silla. El que logre sentarse primero cuando se detenga la música será el vencedor.
Si te entretuviste viendo a tu hijo y sus amigos bailar y correr a sentarse, convida a los mayores a desarrollar esta misma actividad. Te aseguro que los niños se reirán viendo a los adultos, tanto o más, que cuando ellos fueron los protagonistas del juego.
Dibujos: Daniel Pineda
