Este tierno títere de Rana lila lo propone Dolors para que nos lo enfundemos en la mano y así creemos las más divertidas historias.
Con los títeres, los niños participan activa y creativamente en el desarrollo de todos los lenguajes, pues tienen un importante potencial pedagógico, tanto desde el punto de vista cognitivo como desde el aspecto de su madurez psicológica.
Los títeres ofrecen al niño un canal de comunicación basado en imágenes y emociones. Las actividades con títeres son siempre momentos de juego y diversión, de contacto con unos objetos que toman vida en nuestras manos y que nos ofrecen infinitas posibilidades de transformación.
MATERIALES NECESARIOS: Una esponja de fregar platos, plastilina blanca y negra, pegamento, papel pinocho lila y celeste.
ELABORACIÓN: Doblamos la esponja por la mitad y le atamos un cordel apretado. Con pegamento o grapas podemos pegar un poco la parte interior para que mantenga mejor el doblez.
Hacemos dos bolas de plastilina blanca para los ojos y dos más pequeñas de plastilina negra para el centro. Se los pegamos con un poco de pegamento.
Cortamos el papel pinocho lila de forma que nos cubra la mano y un poco más. Le pegamos los ojos y lo enganchamos a la esponja. Como boca lleva una tira de esparadrapo blanco.
Cortamos en papel pinocho celeste dos formas estrechas y alargadas que servirán de piernas y las enganchamos por dentro a la esponja.
¡Ya tenemos una tierna ranita! … Ponemos la mano dentro, agarrándolo por la esponja y así, abriéndola y cerrándola dará la impresión de que habla. Ponemos voz de ranita y le damos vida al nuevo personaje que ha entrado en casita…
Autora de esta manualidad: Dolors Todolí
