Hoy vamos a elaborar nuestros propios bichos de plastilina para jugar con ellos y así no tendremos que molestar a los que están vivos y juegan a su antojo por la naturaleza. A los peques les encanta jugar con los bichos y es por ello que interesa que tenga algunos hechos a su antojo, emulando a los que ya existen en la naturaleza y la idea les va a encantar, pues podrán disponer de ellos siempre que quieran.
Hemos elegido en esta ocasión una oruga y una mariquita. Los hemos hecho de una forma muy sencilla y muy vistosa y efectiva, utilizando la versátil plastilina y cuatro cositas más que aquí te especificamos.
Materiales necesarios:
- Plastilina de colores
- Tijera
- Palillos de dientes
- Limpiapipas
- Cúter
- Ojitos móviles
- Cuentas de colores. (Pueden servir pequeños botones o lo que tengas por casa que se le parezca).
Paso a paso:
- Pon en la mesa de trabajo todos los materiales que vais a utilizar.
- Para la oruga: Haced seis pequeñas bolitas de plastilina azul, todas ellas aproximadamente del mismo tamaño y disponedlas juntitas y pegadas la una a la otra, enganchándolas bien con los palillos de dientes.
- Cortad en los limpiapipas diez trocitos que serán las patitas y ensartadlas en todas las bolitas excepto en la cabeza.
- Pegadle los ojitos móviles en la bolita que simula la cabeza de la oruga.
- Para la mariquita: Haced una bola más grande y aplastadla ligeramente.
- Haced con el cúter las muescas que separan la cabeza del cuerpo y, en este, haced una separación longitudinal en la mitad del cuerpo.
- Cortad los limpiapipas para las patitas e insertadlas en el cuerpo.
- Poned los ojitos móviles en la cabeza y las cuentas en el cuerpo.
¡Mariquita conseguida!
Quién puede hacer esta actividad y alternativas
- Bebés a partir de 18 meses: Podéis utilizar la plastilina casera por si le da por metérsela en la boca y le ayudas cuidadosamente en todos los pasos. Les encantará ver aparecer los bichitos con los que podrá jugar un buen ratito.
- Niños a partir de 3 años: Puedes utilizar la plastilina normal que, aunque no es tóxica, no es comestible y siempre habrás de vigilar que no se la lleve a la boca.
Alternativas para niños más mayores
Pueden diseñar y elaborar todos los bichitos que les parezca y les encantará hacerlo y conseguir sus propias creaciones.
Para que sirve esta actividad
Jugar con plastilina tiene muchos beneficios para los chavales. Estimula su creatividad; les lleva a imaginar, crear y llevar a cabo lo que les sugiere su imaginación. Estimulamos la motricidad fina adquiriendo cada vez más destreza, fuerza y agilidad en las manos y dedos, al amasarla, separarla y unirla, combinarla… Introducimos al peque en las nociones del tamaño de los objetos.
Al ser un material de colores ayuda al aprendizaje de los mismos y, al ser tan agradable de manejar, produce un hermoso estímulo sensorial en los sentidos de la vista y el tacto.
Fomenta la concentración, al tener que fijar su atención en un proyecto determinado. La actividad con plastilina relaja y divierte (verás como tras ella el niño está contento y calmado) y produce la sensación del trabajo conseguido, aumentando la autoestima.
Consejos prácticos
- Deja que los niños muevan la plastilina según les parezca. Paulatínamente, conforme la van usando encontrarán la forma de que todo les salga mejor y cogerán mucha pericia en su manejo.
- Anímales a que hagan un escenario para meter en él sus bichitos… Plantas, macetas, un jardín… Y todo lo que se les ocurra sobre la marcha.
¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?
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