El otoño es una estación melancólica que nos invita al recogimiento. Como el que goza el querido caracol dentro de su caparazón…
Da la impresión que el verano no acaba de retirarse… Esta semana estamos disfrutando de un calor casi veraniego…pero que en el día menos pensado se convierte y empezamos con el fresquito del otoño…. por lo que Estrella nos presenta este caracol de otoño y os animamos a compartirlo con los más pequeños.
Es muy sencillo y alegra el corazón…
MATERIALES NECESARIOS: Media barra de plastilina amarilla, dos pedazos de plastilina marrón, dos palillos de dientes y una castaña. Papel para dibujar y ceras de colores de otoño, pegamento, barniz y pincel.
ELABORACIÓN: Empezamos dibujando y pintando una hoja cuando cae del árbol, en estado otoñal, es decir con los colores rojo, naranja, amarillo y marrón.
Se mezclan y esparcen los colores con los dedos.
Modelamos en un churro la plastilina amarilla, que será el cuerpo del caracol, haciendo fuerza con las manos, para que paulatinamente, el churro se vaya alargando.
Doblamos por el centro el churro para darle la forma de un caracol bien vivaracho.
Clavamos la castaña, que hará de cáscara: «donde se esconde el caracol para dormir»
Pinchamos los dos palillos en la cabeza del caracol, que serán sus antenas o cuernecillos… sabéis que si se le tocan… ¡ se encogen ! 🙂
Hacemos dos bolitas con la plastilina marrón…
…y las clavamos en las puntas de los dos palillos…
Pegamos el caracol sobre la hoja que hemos pintado… Lo barnizamos todo y … ¡listo!… ¡nuestro caracol bien tieso y listo para pasear sus cuernos al sol!
Y… no nos extrañemos si atraemos toda una flota de caracoles…
Autora de esta manualidad: Ana Alonso y Estrella Vilar de Idees Magistrals