La suave arena agrada mucho a los peques y, si encima, la pintamos de colores aún les atraerá más. Verás cómo le encanta que le propongas elaborar su propio frasco con la arena de colores. Te recomendamos hacer también el tuyo propio. Incluso ¿por qué no? hacer uno para papá, quien… aunque no sea su día, estará más feliz que una perdiz si le ofrecéis uno de estos hermosos botes para conservar en su espacio.
Los frascos de arena de colores se utilizan a menudo como fijadores de alguna intención… incluso, en algunas bodas, se realiza como símbolo de prosperidad del matrimonio. En nuestro caso, si encarta, se podría recitar un cuento o historia bonita que los niños quieran fijar en su frasco mientras lo rellenan inspirándose en ella.
Si habéis recogido arena de la playa este verano ahora será un buen momento para utilizar una parte de ella en esta preciosa actividad. Si no fue así y no vives cerca de la playa, puedes encontrar arena en cualquier tienda de material de construcción y, a veces, también en buenas ferreterías o tiendas de manualidades.
Si compras o recolectas la arena sin teñir habrás de dedicar una primera sesión con tu peque a la actividad del teñido que, en sí misma ya va a despertar gran curiosidad y expectativas.
Materiales necesarios
- Recipientes con tapas (uno para cada color de arena)
- Vasos de plástico o recipientes (para mezclar el colorante)
- Recipientes para mezclar
- Agua
- Cuchara
- Papel de cocina (opcional)
- Colorante para alimentos Tamiz o mosquitera para la arena (si no está bien filtrada)
- Platos de papel (opcional)
- Bolsas de autocierre
Pasos a seguir:
- Recolecta o compra la arena. Al recogerla habrás de prestar atención de que no incluya papeles, conchas, cristales u otros materiales peligrosos. Puedes cribarla con la mosquitera o tamiz para llevarte solamente arena, colocando una bandeja debajo y, para llevártela, recomendamos una bolsa de autocierre para no ir soltando arena por el camino.
- Reparte la arena entre los recipientes que hayas elegido para teñirla por colores, llenándolos máximo hasta dos tercios de su capacidad y echa en cada uno dos o tres cucharadas soperas de colorante. Mezcladlo bien con una cuchara o palito plano.
- Cubrid cada recipiente de agua, solamente hasta la altura de la arena, no más, para que se el color quede más intenso. Tápalos y déjalo actuar hasta el día siguiente.
- Pon cada color en una bandejita al sol (cubierta con papel de cocina si quieres acelerar el proceso) para que se seque la arena, retirando el resto de agua que haya quedado. Puedes mezclar la arena de vez en cuando y quitar el papel inicial para facilitar la acción del sol. En un día soleado podría secarse en unas dos horas.
- Guarda cada color de arena seca en su recipiente con tapa y ya la tendréis dispuesta para crear vuestros botes de arena de colores.
- Pon al peque ante el bote de cristal y los recipientes de arena de colores. Muéstrale como empiezas el tuyo, con una capa de tu color elegido.
- Podéis ir moviendo el bote cuidadosamente mientras echáis un nuevo color, para que la forma quede como más os guste. Es bonito simular montañas, arbustos, nubes… También pueden irse echando capas de arena de distintos colores de forma natural y de todas formas queda bonito.
- Cuidad de ir echando juntos los colores que contrasten mucho entre sí. Evita juntar los que son similares.
Tenéis la opción de agregar a vuestro frasco de arena de colores otros elementos, como conchas, piedras… o lo que en el momento la imaginación os sugiera.
Quién puede hacer esta actividad y alternativas
- Bebés a partir de 18 meses: Puedes hacer ante ellos tu bote de arena de colores y seguro que le encantará mirar tu actividad, así como posteriormente disfrutar de su vista. Puedes también usar un bote de plástico transparente y sellarlo bien para dejárselo como juguete.
- Niños a partir de 3 años: Pueden realizar esta actividad bajo tu supervisión y disfrutar mucho de ella. Incluso de las alternativas siguientes.
Alternativas para niños más mayores
Además de elaborar su frasco de arena de colores, que gusta a todas las edades, les proponemos hacer un dibujo a lápiz en una cartulina (flores, paisajes, arcoíris…). Se le aplica cola escolar y puede colorearse con arena de colores, echándola suavemente con una cucharita. No importa echar arena de más, pues una vez seco se voltea sobre un plato para recoger la sobrante.
También puede decorarse el bote de vidrio con la arena por fuera, pintándolo primero con cola escolar como en el procedimiento del dibujo.
Para qué sirve esta actividad
Se trata de una actividad sensorial de motricidad fina con la que estimulamos los sentidos de la vista y el tacto, a la par que trabajamos la observación, la destreza, el aprendizaje de los colores, la perseverancia, la solidaridad y la fijación de intenciones propias.
Consejos prácticos
- Si la arena se seca y no es del tono que querías, agrega más agua, tinte y repite el proceso.
- Podéis hacer castillos de arena de colores si la utilizáis cuando aún no está seca del todo. En este caso debe ir previamente mezclada con harina para que vuestras construcciones se sujeten bien.
- Has de usar bastante más cantidad de colorante que el color que quieres que salga pues la arena le baja la intensidad. No te importe si, en principio, la arena parece muy oscura pues al secarse quedará unos tonos más clara.
- Puedes hornear la arena para agilizar el secado y que el color penetre aun más en la arena. A cien grados durante unos veinte minutos, sacándola del horno cuando aún está húmeda, dejándola secar naturalmente toda la noche (si fuese todo en horno no quedaría tan intenso).
- Estos hermosos botes, cargados de buenas intenciones, pueden ser un genial regalo para el cercano y próximo año nuevo.