La Vella Quaresma:
Dentro el calendario litúrgico cristiano la Cuaresma es el periodo de cuarenta días que precede la Pascua. Empieza el Miércoles de Ceniza, día que también marca el fin del Carnaval.
En muchos pueblos de España, La Vieja Cuaresma es como una especie de calendario representado por una vieja con 7 pies, que tradicionalmente se utiliza para ir marcando el paso del tiempo en las largas siete semanas cuaresmales.
La Vieja, habrá que recortarla el Martes Graso, último día de los Carnavales, para colgarla, el Miércoles de Ceniza, en una ventana de la casa que dé al exterior.
MANUALIDADES PARA LA VELLA QUARESMA:
Imprimir colorear y recortar la imagen de la Vieja Cuaresma. Recordar que será necesario recortar bien el espacio que hay entre pie y pie. Los sábados de Cuaresma le cortaréis un pie. Así, siempre sabréis cuántas semanas faltan para que llegue la Pascua.
Así que.. A pintar vuestra Vieja Cuaresma! como creáis conveniente. Y si la colgáis en la escuela, acordaos de cortarle el pie el viernes; así sabréis cuánto falta para empezar las vacaciones de Pascua! Recordar que no hace falta guardar la Vieja Cuaresma! Al romper el último pie tendremos que estropearla o quemarla (con ayuda de los papis o profesores). Dicen que esto trae suerte. ¿Y si fuera cierto?.
Podéis imprimir desde aquí la Vieja Cuaresma para colorear:
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Historia de La Vieja Cuaresma:
La Cuaresma era representada popularmente por una vieja con siete pies, que eran las semanas que duraba el periodo de ayuno. En la mano derecha llevaba un cayado de peregrino o, en el caso de la figura que acompaña este artículo, una sartén; en la mano izquierda enarbolaba un bacalao. Los domingos, los niños de la casa arrancaban un pié a la vieja en un rito a caballo entre juego y solemne, para a la hora de comer quemarlo entre el jolgorio de todos. El domingo de Pascua se quemaba a la vieja con el único pié que le quedaba y se procedía a la primera comida suculenta, que generalmente, si la economía lo permitía, era cordero pascual y embutidos.
Esta famosa vieja también se exhibía en los escaparates de los comercios donde se vendía el bacalao a modo de aviso para recordar la prohibición canónica de comer carne, quemándose igualmente el domingo de Pascua.
En la Iglesia el período de penitencia recibió el nombre de Cuaresma. Este tiempo es motivo de representación antropomórfica. Así la Cuaresma se solía imaginar como una mujer alta y delgada (ya lo refleja el dicho: «Ser más largo que la Cuaresma»). A partir del siglo XVII es una vieja con siete escuálidas piernas, una por cada semana. Cada una de estas siete piernas le iba siendo cortada cada siete días y al final del período cuaresmal se aserraba y quemaba el cuerpo. «Vamos a serrar a la vieja, la pícara pelleja» suelen cantar todavía los chiquillos, sin saber realmente el porqué, por algunos pueblos tanto de Castilla y León como de Castilla-La Mancha, y Cataluña.
La imagen lleva pañuelo en la cabeza, cesto bajo el brazo por el que asoman chorizos y bacalao y siete piernas saliendo por debajo de la larga falda. Se trata de la Vieja Cuaresmera y en cada domingo de Cuaresma pierde una pierna. La Vieja Cuaresma tiene siete piernas, una falda gigante, un bacalao en la mano, un delantal y un chal. Un zapato indica escuchar, el otro querer, el siguiente compartir, otro ayudar, los demás: esforzarse, leer y aprender.
El lugar más famoso para observar esta tradición es en Catalunya y la localidad cordobesa de Puente Genil.