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Pintar con una peonza

Hoy nos vamos a divertir como locos pintando de un modo original… ¡vamos a pintar con una peonza! ¿Cómo es esto? Pues nos haremos una peonza casera, que vamos a cargar con pintura, ¡y al hacerla girar salpicará para todos lados creando una obra de arte expresionista al estilo Pollock!

Para no pintar toda la casa, haremos la actividad dentro de una caja grande de plástico, de esas que sirven para guardar ropa por ejemplo. De este modo el «desorden creativo» quedará dentro de los límites de la caja. Es una actividad para hacer con niños a partir de 2 años, y se puede seguir haciendo incluso con niños en edad escolar.

Materiales necesarios

  • Una caja grande de plástico
  • Una tapa redonda de un pote plástico, por ejemplo de queso crema
  • Un palillo de brocheta
  • Yogur entero (cualquiera que sea blanco)
  • Colorantes alimentarios
  • Papel
  • Un punzón para agujerear el plástico
  • Pistola de silicona caliente
  • Una cuchara y recipietes para preparar la pintura

Paso a paso

  1. Primero vamos a preparar nuestra peonza. Con el punzón vamos a hacer un agujero pequeño en el centro de la tapa. Debe estar justo en el centro, ayudaos con una regla para medir el punto exacto. Pasamos el palillo por el agujero (debe quedar apretado), y si hace falta con la silicona caliente lo sigilamos para que no se mueva. 
  2. Ahora preparamos nuestra caja. Si tenéis el rollo de papel de dibujo es ideal. Colocamos el papel en el fondo de la caja.
  3. Preparamos la pintura: ponemos yogur en cada recipiente y lo teñimos con el colorante
  4. Protegemos la mesa con plástico y ponemos un delantal a los peques.                                      
  5. Vamos a poner un poco (más o menos 1 cucharadita) de pintura de varios colores sobre la peonza. La ponemos dentro de la caja sin hacer caer la pintura, y giramos.

Los peques van a querer repetir una y mil veces: probad con diferentes colores, variando las cantidades, girando más fuerte la peonza, haciendo girar la peonza en el centro o más hacia los lados de la caja, etc.

Una vez que estamos satisfechos con nuestra obra de arte, retiramos el papel y ponemos uno nuevo.

Quién puede hacer esta actividad

  • Niños a partir de 2 años: a esta edad tal vez no puedan girar la peonza, pero les encantará intentarlo y ver cómo los colores salpican por todas partes. Esta actividad es divertida también para los peques en edad escolar, de hecho creo que también los adultos nos divertiremos girando la peonza y salpicando pintura por doquier ¿no os parece?

Para qué sirve esta actividad

Dependiendo de la edad de los peques, con esta actividad podemos trabajar diferentes aspectos del desarrollo psicomotriz y del aprendizaje.

Con los niños más pequeños trabajaremos el aspecto sensorial y motorio. Estimularemos los sentidos del tacto y la vista con el contacto con la pintura y sus colores; girar la peonza requiere habilidades  típicas de la motricidad fina; además desarrollaremos la creatividad y estimularemos la curiosidad. También podemos aprender sobre el color, ver cómo se mezclan, qué sucede cuando se funden determinados colores, etc.

Con los niños en edad escolar, a partir de 5 o 6 años, podemos inclusive comenzar a hablar de historia del arte, en este caso hacerles ver la obra de Jackson Pollock y hablarles de manera sencilla y amena sobre el expresionismo abstracto: os sugerimos material al respecto:

Consejos prácticos

  • Los niños deben estar constantemente supervisados
  • Podéis pinturas lavables, pero al ser menos fluidas que el yogur hay que girar la peonza muy rápido para que salpique. Puede que os haga falta mezclarlas con unas gotas de agua para ue sean más fluidas.