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Vertiendo agua

Actividad de verter agua en recipientes

Practicar a verter agua fortalece los músculos de los brazos, la capacidad de agarre y el desarrollo del movimiento óculo manual en un niño entre el primer y el segundo año de vida. El sonido del agua y su textura le servirán para el desarrollo de sus sentidos del oído y el tacto. Si al agua se le añaden tintes, el juego le dará también un estímulo visual.

A los niños más grandes, verter agua de una vasija menor a una mayor y viceversa, les dará un buen ejercicio para practicar su precisión. Hay que tener muy buena puntería para lograr que el agua no se derrame.

Este es un juego que además les enseñará sobre la propiedad que tienen los líquidos de tomar la forma de todas las vasijas en donde se echen.

Las distintas tonalidades del agua le ayudarán a repasar los colores y a aprender a obtener otros, mezclando los correctos.

De cualquier manera, tengas un niño pequeño o uno más grande, jugar con agua siempre le resultará divertido.

Los materiales

Los materiales necesarios pa llevar a cabo este juego didáctico son:

  • Agua potable
  • Vasijas de diversas formas y tamaños. Alrededor de nueve, aunque si puedes buscar más es mucho mejor. Cuatro de ellas las llenarás de agua y las restantes las dejarás vacías. Deben ser vasijas transparentes en donde pueda verse la forma que adopta el agua y su color
  • Tintes de colores que echarle al agua. Puedes usar pastillas o polvos de teñir, temperas, acuarelas, colorantes de comidas…
  • Cucharillas para revolver

La preparación del juego

Antes de desarrollar el juego debes preparar un set que pueda mojarse. En tu patio podrás encontrar un buen lugar; así aprovecharías también para brindarle a tu hijo una actividad de exterior en donde esté en contacto directo con la naturaleza.

Cuando haya un día de calor de esos que te invitan a ir a la playa, viste al niño pequeño con un bañador y coloca frente a él la mesa y los recipientes con agua.

Si tu hijo tiene digamos, 7 años, quizás no tengas que esperar a que haga un día soleado o ponerle un bañador; pero si sospechas que el ejercicio puede acabar en un lanzamiento de agua, así como terminará el del pequeñín, disponlo todo para que eso no te agarre por sorpresa.

Pídele a tu niño que te ayude a cargar la mesa y los recipientes con agua hacia el patio. Que sea él mismo quien añada los colorantes al agua y mezcle hasta disolverlos. Luego, dale riendas sueltas para que aprenda y se divierta con la actividad.

Practicamos vertiendo agua

Muéstrale a tu hijo pequeño lo que puede hacer con los materiales que tiene delante. Al principio, ayúdalo a verter el agua con cuidado de una vasija a la otra y explícale bien por qué es necesario que lo haga así para que el agua no se derrame.

Como a esta edad los niños son emprendedores inmediatamente querrá quitarte las vasijas para hacerlo solo. En este caso es probable que a medida que practique debas tener colorantes y un cubo extra con agua para llenar las vasijas a medida que se vayan vaciando.

Si tu hijo es grande y tiene más precisión para verter el líquido quizás no necesites de agua y colorantes extras, en este caso solo le dejarás que se adiestre y le explicaras acerca de la mezcla de los colores. Dile, por ejemplo, que la unión del agua roja y la amarilla le dará como resultado un agua anaranjada. Solo explícale una sola vez y permite que descubra solito todas las tonalidades que puede sacar.

Quién puede hacer esta actividad y alternativas

  • Bebés a partir de 18 meses: El agua es algo que atrae mucho a los bebés. Puedes ofrecerle una palanganita con agua para que juegue con ella, teniendo otra bandeja disponible para traspasarla de una a otra de vez en cuando, lo que sorprenderá a tu peque y le producirá hilaridad.
  • Niños a partir de 3 años: Los peques de preescolar están en la edad ideal para empezar con este experimento, tomándoselo como algo muy serio e importante, ya que sirve para adquirir nuevas habilidades

Alternativas para niños más mayores

A los niños mayores de 6 años les encanta ser autosuficientes. Deja que ellos mismos elijan los recipientes entre los que quieren realizar sus vertidos de agua y decidan cuando y cómo colorearla.

Para qué sirve esta actividad

Tu niño adquirirá la habilidad de mejorar la precisión de sus movimientos y aumentará su autoestima cada vez que vea que consigue mayores metas.

Consejos prácticos

  • Según tu niño va cogiendo más habilidad con esta actividad puedes ponérselo más difícil, ofreciéndole recipientes con bocas más chiquitinas en las que deberá introducir el líquido sin derramarlo. Verás como, poco a poco, irá cogiendo más precisión y adquirirá esta importante habilidad.
  • Si jugáis con el agua coloreada recuerda ponerle un amplio delantal o ropa manchable.

¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?

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