Esta es la época ideal para hacer manualidades de otoño con los peques, y de paso aprender sobre el ciclo de las estaciones… Las hojas secas son un material excepcional para usar en actividades sensoriales y manualidades como este árbol de otoño que haremos hoy.
Usaremos poquitos materiales y podrán participar de la actividad ya sea los niños de preescolar que los bebés a partir de 18 meses, cada uno con sus propias capacidades…
Materiales necesarios
- Pintura lavable marrón
- Tubo de cartón de papel de cocina
- Cartulina
- Cola escolar
- Pincel, esponja
- Tijeras
- Hojas secas
- Plato desechable
Paso a paso
- Lo primero que tenemos que hacer es pintar el tubo de cartón de color marrón. Para ello ponemos un poco de pintura marrón en un plato desechable, protegemos la mesa para que no se manche, le ponemos al peque un babero con mangas o ropa vieja, ¡y a pintar! Le damos un pincel o una esponja, depende de su edad y con lo que se sienta más cómodo para pintar. Le pedimos que pinte todo el tubo de marrón.
- Veréis que los más pequeñitos encuentran igual de divertido pintar el tubo que sus brazos, ¡pues adelante! Dejamos secar… el tubo, ¡al peque no!
- Ahora haremos varios cortes transversales y paralelos sobre los dos bordes del tubo. Si los peques ya saben usar las tijeras, pueden hacerlo ellos, si no lo hacemos nosotros.
- Abrimos los flecos que hemos cortado de ambos lados. Un lado lo pegamos, con la cola, sobre una cartulina. El otro lado serán las ramas del árbol.
- Vamos poniendo cola sobre las ramas con el pincel. Si los niños son muy pequeños, podemos poner nosotros la cola.
- Ahora nos divertiremos pegando las hojas secas sobre las ramas del árbol. Podéis mostrarles a los peques cómo se hace, y luego dejar que sigan ellos mismos.
Quién puede hacer esta actividad
- Bebés a partir de 18 meses: con los niños más pequeños se tratará de una actividad exclusivamente sensorial. Tocar, apretar, remover, aplastar, etc. Las diferentes texturas estimularán sus sentidos.
- Niños de preescolar: a partir de los 3 años la manualidad tendrá fines didácticos, además de sensoriales y creativos. Podemos aprender sobre las estaciones, experimentar con texturas, afinar la motricidad.
Para qué sirve esta actividad
Con esta actividad podemos trabajar diferentes aspectos, dependiendo de la edad del peque. Los bebés a partir de 18 meses trabajarán lo sensorial: estimularemos el sentido del tacto con las diferentes texturas (la pintura blanda, las hojas rugosas y crujientes, el tubo duro y áspero), el sentido de la vista con los colores del otoño y el sentido del oído con el crujir de las hojas. Afinaremos además la motricidad fina.
Con los niños de preescolar, además de los aspectos sensoriales y motrices, desarrollaremos la creatividad. Además se trata de una actividad didáctica, porque nos servirá para hablar sobre el otoño, las estaciones del año, los cambios en la naturaleza, etc.
Consejos prácticos
- Los niños deben estár constantemente supervisados por un adulto, en especial los más pequeños.
- También podemos usar témperas, pero las pinturas lavables se quitan fácilmente de la piel y la ropa con agua y jabón, y además son atóxicas.
- Podemos ampliar la actividad leyendo un cuento que hable sobre el otoño, os dejamos dos propuestas: El libro del otoño; ¡En Otoño, Castañas!
- Hablamos sobre las estaciones: podemos hacer un árbol para cada estación, con nieve para el invierno, flores en primavera, etc.