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Collage de Carnaval

Se acerca Carnaval, una de las fiestas preferidas de los peques. El color y la alegría son los protagonistas de esta celebración, y también de la actividad que os proponemos, un collage de Carnaval.

Con esta actividad vamos a estimular la motricidad fina, la creatividad y los sentidos. Os la aconsejamos para niños a partir de 2 años.

Materiales necesarios

  • Platos desechables, o cartulina, de colores «carnavalescos»: dorado, morado, lila, verde…
  • Cola escolar
  • Pincel para la cola
  • Decoraciones carnavalescas: plumas, confetis, trocitos de papel, purpurina, abalorios, pompones, recortes de goma eva, etc.

Paso a paso

  1. Preparamos la mesa de trabajo. Protegemos la mesa con papel o plástico. Disponemos un plato o cartulina para cada peque, todos los materiales para decorar al alcance de la mano, y un recipiente con la cola y el pincel.                                                                             
  2. Vamos a hacer una actividad completamente libre: dejaremos que los peques decoren sus platos o cartulina a gusto. Podemos aprovechar la actividad para hablar sobre el Carnaval, los disfraces, las fiestas en máscara, etc.                                                                                 

Quién puede hacer esta actividad

  • Niños a partir de 2 años: para hacer esta actividad es necesario que los niños puedan estar sentados un ratito, concentrados en la tarea.

Para qué sirve esta actividad

Con la manualidad vamos a estimular los sentidos de la vista y el tacto, descubriendo las texturas táctiles y visuales de los materiales:  ¿cómo se siente la pluma al tocarla? ¿Y al verla te parece que es suave o áspera? Además desarrollaremos la motricidad fina, al coger y pegar los diferentes elementos.

Las actividades artísticas favorecen además el desarrollo de la inteligencia emocional.

Consejos prácticos

  • Los niños deben estar siempre vigilados por un adulto
  • Si los niños son pequeños, evitad los elementos pequeñitos que podrían llevarse a la boca
  • La purpurina debe manejarla un adulto, ya que en caso de ingestión o inhalación puede ser tóxica.