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¿Cómo asar malvaviscos?

Asar malvaviscos actividades niños

El malvavisco es un dulce esponjoso, agradable al paladar, que se come mucho durante las acampadas. Según el país tiene varios nombres: nube, marshmallow, esponjita, masmelo…; y de igual forma se consume: asado, o acompañado de cualquier otro dulce.

Si vives cerca de un parque, un río, un bosque; o, si tienes un patio trasero en donde poder hacer una fogata, convida a tu hijo y a sus amigos a hacer una acampada; y, aunque al final del convite cada uno vaya a dormir a casa y no a la intemperie, como en las verdaderas acampadas, haz que la reunión sea tanto divertida como deliciosa ¡Asen malvaviscos!

Como asar malvaviscos

 

Los materiales

 

  • Malvaviscos: la cantidad y de los colores que deseen los niños
  • Varas de madera verde: tantas como niños participen en la actividad. Las varas pueden sustituirse por cualquier otro elemento, pero como se trata de una acampada, hay que apegarse lo más posible a la naturaleza y aprovechar los recursos que ella pueda brindar
  • Leña para hacer fuego
  • Combustible
  • Fósforo

 

La preparación previa a la acampada

 

  • Antes de irse de acampada los aventureros saben que deben preparar una mochila con todo lo que puedan necesitar:
  • Repelente para los bichos
  • Jabón o gel para lavarse las manos
  • Toalla
  • Una linterna
  • Agua potable
  • Un paquete de malvaviscos

 

Las mochilas deberán cubrir las necesidades personales de cada quien. En este caso, como se va a comer malvaviscos y no se va a dormir afuera se suprimen el refrigerio, tan necesario en cualquier acampada, la casa de campaña, y las mantas para cubrirse.

Como eres tú el adulto responsable de la excursión tu mochila contendrá además las varas de madera, la leña para hacer el fuego, el combustible y los fósforos; eso, si antes no reuniste los materiales en el lugar previsto.

 

Cómo asar malvaviscos

 

  1. Toda vez que se haga de noche, los niños estén reunidos y las mochilas listas, se debe partir hacia el sitio donde se desarrollará la actividad. Al llegar, cada uno debe ayudarte a superponer la madera para hacer una buena fogata. Tú serás el responsable de echar el combustible y prenderle fuego a la leña.
  2. Luego del trabajo, indícale a cada niño que moje su vara de madera con abundante agua. A pesar de que la madera esté verde (acabada de cortar del árbol) y no se encienda con facilidad, siempre es bueno precaver. Seguidamente hay que lavarse las manos, insertar un malvavisco en la punta de la vara, poner la golosina al fuego y sentarse a esperar.
  3. Mientras asamos malvaviscos y aguardar a que tomen su color dorado, pueden amenizar la actividad con algunas adivinanzas, canciones, cuentos… cualquier cosa servirá hasta que llegue el momento de saborear la golosina.

Cuando la noche se haga vieja, las barrigas estén infladas, a los bichos ya no les importe el roseado del repelente y las boquitas comiencen a bostezar… será momento de volver.

Estoy segura que los sueños de esa madrugada serán tan deliciosos y suaves como los esponjosos malvaviscos.