Hoy vamos a divertirnos con un juego de expresión emocional haciendo caras extrañas a través de un cristal. A menudo ocurre que, espontáneamente, los niños acercan su carita a un cristal… tal vez por el frescor del mismo… o tal vez porque el hecho les permite un modo de expresión. Podéis usar este método para canalizar emociones que a los peques les cuesta definir. Al haber de hacer muecas que expresen algo a través de la distorsión del cristal, les otorga un marco de distanciamiento en el que pueden comunicarse mejor.
Trabajamos la distorsión de las facciones mediante una transparencia. Es muy gracioso ver cómo se modifican nuestras caras cuando nos pegamos a un cristal. Se trata de un sencillo juego que da mucho de sí. ¡Creatividad al poder!.
Materiales necesarios:
- Cristales de la puerta o ventana
- Simpatía e imaginación
Pasos a seguir:
- Dile a tu peque que hoy vais a expresar vuestra cara de una forma distinta.
- Muéstrale tú primero cómo queda tu cara pegada al cristal y verás como empieza a reírse.
- Ve cambiando tu expresión y soltará carcajadas.
- Una vez hecha la muestra dile que ahora le toca y que ponga las caras que le parezca mientras te destornillas de risa.
Quién puede hacer esta actividad y alternativas
- Bebés a partir de 18 meses: Puedes ser tú quien le haga las muecas a través de un cristal… siempre de forma divertida que le aporte muchas risas y alegría.
- Niños a partir de 3 años: Los peques de preescolar son ideales para esta actividad. Verás como expresan mucho más que en otra clase de juegos pues es a partir de su propia cara que han de expresarlos. Usad la risa como neutralizante de las emociones que vayan surgiendo.
Alternativas para niños más mayores
Los niños a partir de seis años disfrutan mucho de poderse expresar libremente viendo que obtienen una respuesta estimulante a su acción. Deja que de rienda suelta a su imaginación y diviértete a su lado siguiendo la acción que se desarrollará sobre la marcha.
Para qué sirve esta actividad
Trabajamos la diversión y la espontaneidad a la vez que la exteriorización de las emociones a partir de nuestras caras extrañas. A menudo, es cuando a los niños les permitimos divertirse a nuestro lado, cuando pueden dar rienda suelta a la expresión de su interioridad que, en otras ocasiones, les es difícil expresar.
Consejos prácticos
- Empieza por las pautas que te ofrecemos en el post y, posteriormente, id desarrollando lo que sobre la marcha vaya surgiendo a partir de la propuesta.
- Podéis poner un espejo para que cada uno vaya viendo las caras que expresa. También pueden irse fotografiando y hacer luego el pase de diapositivas…
¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?
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