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Experimento de la bolsa y los lapiceros

Las bolsas de plástico llenas de agua y los agujeros no son amigos. Tu hijo puede aprender esto lo mismo siendo pequeñito, incluso antes de asistir a sus clases de preescolar.  Los misterios de la naturaleza se encuentran en todos lados, incluso en los juegos infantiles y puede abarcar desde el más inocente hasta el resabiado..

El experimento de la bolsa y los lapiceros que hoy te traigo es un sencillo juego que le ayudará a poner en práctica no solo las propiedades del agua, sino también la de otras sustancias.

Los materiales

Los materiales que usarás en el estudio son:

  • 5 bolsas de plástico transparente. Aunque recomiendo las medianas,  el tamaño no es fundamental. Lo importante es que compruebes que las bolsas no tengan agujeros y vengan con cierres herméticos
  • Lapiceros  con punta
  • Arena gruesa
  • Agua
  • Cubos de hielo
  • La mermelada o jalea (como se le conoce en diversos lugares) puede sustituirse por miel de abeja. Lo fundamental es que se trate de una sustancia viscosa.

De los cuatro últimos materiales reunirás, de cada uno, la cantidad necesaria para llenar ¾ de bolsa.

El experimento de la bolsa y los lapiceros

El experimento que te propongo consiste en comprobar cómo se comportan las sustancias cuando las pones dentro de sus bolsas de plástico y le abres agujeros a estas últimas.

Para llevarlo a cabo lo primero que debes hacer es echar cada material dentro de su bolsa, completando, como ya te dije antes, las ¾ partes de la misma. Con el objetivo de insertar a tu pequeño desde el inicio de la actividad te exhorto a pedirle que te asista en esto.

Una vez que termines tendrán delante de sí cuatro bolsas. Una con agua, otra con mermelada, una tercera con arena y la cuarta con cubitos de hielo.

Como en la descripción de los materiales te comenté que debías buscar cinco bolsas de plástico transparente, la quinta y última la llenarás de aire.

Para colar aire suficiente dentro del plástico te recomiendo sellar su cierre y dejar solo un pequeño agujero en uno de sus extremos para soplar por él. Esto quizás te sea un poco complicado y necesitarás hacerlo más de una vez hasta lograrlo.

Al final puede que tampoco puedas inflar el plástico tal y como te gustaría, pero con que logres contener un poco de aire dentro de él y abultarlo un poco, ya es suficiente.

Cuando tengas las bolsas cada una con su contenido dentro le preguntarás a tu niño qué cree que suceda si pasas algunos lapiceros a través de ellas.

Él te dará una respuesta que se  conciliará al final del experimento. Según sea cada resultado esa respuesta suya será aseverada o refutada. En cualquiera de los casos deberás explicarle por qué.

El resultado según cada bolsa

Bolsa con arena

Cuando a una bolsa llena de arena le introduces un primer lapicero la misma deja escapar algunos gramos de la grava, pero inmediatamente se detiene.

Con el segundo, el tercero y el cuarto lapicero pasa lo mismo. Las partículas de la sustancia agrupadas unas sobre otras sellan cualquier resquicio que se quede alrededor de los lapiceros.

Bolsa con agua

Toda vez que le introduces el primer lapicero a la bolsa el agua ella se comienza a verter. Esto sucede porque se trata de un líquido que se escurre fácilmente por cualquier agujero.

Bolsa con cubos de hielo

A pesar de que el agua se escapa apenas agujereas el plástico, cuando el agua se vuelve sólida (hielo) no sucede lo mismo. Se puede agujerear la bolsa con muchos lapiceros que mientras los hoyos no sean más grandes que los cubos de hielo estos últimos no van a escaparse.

Mermelada

La mermelada, según su espesor, sale más o menos rápido de la bolsa y, si está muy concentrada, no llega a escaparse. Esto sucede porque es una sustancia viscosa a la que se hace difícil salir por los resquicios que dejan los lapiceros. A no ser que se comience a mover los mismos continuamente, la mermelada espesa no se escapará.

Aire

Con el aire sucede igual que con el agua. Al ser un gas, toda vez que a la bolsa se le abra un agujerito, el aire se escapará inmediatamente.

Quién puede hacer esta actividad y alternativas

  • Bebés a partir de 18 meses: Muéstrale a tu bebé lo que ocurre con las diversas sustancias. Si realizas la actividad a su vista seguro que le interesan todos tus movimientos
  • Niños a partir de 3 años: Los peques de preescolar son los reyes de esta actividad y verás como le va a encantar.

Alternativas para niños más mayores

Los niños mayores de 6 años, a partir de esta sencilla actividad, pueden seguir desarrollando el aprendizaje según su propia inquietud. Deja que sean ellos quienes te propongan el próximo experimento.

Para qué sirve esta actividad

Aprendemos sobre la presión y cómo se comportan las distintas sustancias contenidas en diversos contenedores. Despertamos la curiosidad, la autoestima, la responsabilidad y nos divertimos a partir de los descubrimientos que vamos haciendo.

Consejos prácticos

  • Te aconsejo bolsas nuevas de autocierre que van geniales para este experimento.
  • Puedes experimentar con diversos materiales y así tu niño ampliará su espectro de conocimientos.

¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?

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