Palabras como disolver o disolución pueden ser de difícil entendimiento para un niño de edad preescolar. Quizás conozca los términos porque los haya escuchado mencionar en el colegio, a la maestra o a otros menores más grandes pero, por lo general, lo que significan, le suele ser desconocido.
Ahora bien, más temprano que tarde tu pequeño deberá lidiar con tales conceptos.
Con el objetivo de que lo vayas introduciendo al mundo de las reacciones químicas en el presente artículo pongo a tu disposición este tipo de procedimientos que le son cotidianos, pero que pasan desapercibidos delante de sus narices.
Los materiales
Para reunir los materiales y organizar la mesa de trabajo pídele ayuda a tu hijo. Sabes que a los niños les encantan los juegos, pero también participar de los preparativos de los mismos.
Antes de invitar a tu pequeño a enfrascarse en el universo de las disoluciones es imprescindible que reúnas la mayor cantidad de sustancias que tengas en la cocina.
- Especias en polvo, azúcar, sal, arroz crudo, harina, aceite, sal, refresco instantáneo, hojuelas de cereal, café ya colado, café en grano… la elección queda de tu parte.
- Algunos vasos plásticos y llenarlos con agua. El número de vasos dependerá de la cantidad de sustancias que hayas conseguido.
- Una cuchara o palita
- Un lapicero
- Etiquetas para anotar.
Preparación
- Invítale a echar el agua en los vasos hasta su mitad y luego, con cuidado, ponerlos encima de la mesa que usaréis para el experimento. Dile que los coloque en simetría: un vaso a la misma distancia que el otro.
- Tu pequeño también puede ayudarte a poner una sustancia delante de cada vasija. Digamos: el paquete de refresco instantáneo delante del primer vaso, el recipiente con la sal delante del segundo, el paquete de arroz frente al tercero, y así sucesivamente.
- Por cada vaso y sustancia habrá que poner una etiqueta para primero anotar la predicción de tu niño y luego, escribir cual es el resultado real.
El juego
El juego de disolver sustancias en el agua comienza con la explicación de lo que eso significa.
Disolver, díselo así, es unir dos sustancias (una de ella siempre es agua) para obtener otra diferente. Es hacer desaparecer una sustancia en el agua.
Exprésale que todo lo que se disuelve en agua es porque se derrite en ella o se mezcla con ella. Todo lo que no se disuelve es porque se queda intacto, tal y como está al inicio.
No te extrañe si tu pequeño necesita que le expliques varias veces y hasta se lo demuestres con ejemplos. Hazlo cuanto sea necesario, lo importante es que al final él entienda lo que significa disolver.
El experimento
- Proceded a predecir lo que va a ocurrir en cada vasito en el que haréis el experimento, anota su pronóstico en la etiqueta y pídele que eche una cucharada dentro del vaso.
- Ya sea que al revolver ocurra o no una disolución, apunta también el resultado en la etiqueta y hablad sobre lo que acaba de suceder.
- Para que a tu niño le sea más fácil llegar a una conclusión cuando vayáis a diluir el azúcar, por ejemplo, pídele que pruebe primero el agua, luego el azúcar y por último la disolución.
- Exponle que cada sustancia por separado sabe de una forma y unidas se convierten en una nueva con características propias.
- Dile que hay sustancias que se disuelven casi de inmediato como la sal, otras que por mucho que revuelvan no se deslíen ni se mezclan como el aceite y un tercer grupo que necesita de mucho tiempo para desintegrarse como las hojuelas de cereal.
Quién puede hacer esta actividad y alternativas
- Bebés a partir de 18 meses: Los bebés son muy pequeños para comprender los efectos de la disolución pero saben muy bien los sabores que les gustan. Puedes hacer la preparación de su comida mientras te ve hacerlo.
- Niños a partir de 3 años: Estarán encantados con la actividad y aprender cosas nuevas de forma divertida.
Alternativas para niños más mayores
Los niños a partir de 6 años disfrutan también de la experimentación, sacarán conclusiones propias e idearán por su propia cuenta más experimentos que pueden surgir a partir de este.
Para qué sirve esta actividad
Fomentamos el ánimo de conocimiento, la capacidad de discernimiento, despertamos la curiosidad aprendiendo sobre la acción química del agua.
Consejos prácticos
Solo debes prever que tu hijo en cualquier descuido que tengas puede llevarse a la boca cualquiera de estas sustancias, por ello, te sugiero no perderlo de vista y para mayor precaución, evitar los ácidos, las bebidas alcohólicas y los tóxicos.
El volumen del agua debe cubrir hasta la mitad de las vasijas para evitar vertimientos cuando se les añaden las sustancias.
¿Te ha gustado esta actividad para poner en práctica con tu hijo?
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