
A veces no lo tenemos en cuenta, pero muchos de los juegos sencillos que podemos hacer con nuestros bebés y niños pequeños les ayudan a desarrollar y afinar su motricidad gruesa. Saltar, caminar, correr, rodar, sentarse… son todas actividades motorias en las hace falta coordinar movimientos y equilibrio, algo que los niños desarrollan en la primerísima fase de su vida.
El juego motorio que os proponemos en esta ocasión es útil para afinar la fuerza, agilidad y velocidad necesarias para realizar movimientos que involucran grandes grupos de músculos. Vamos a jugar con bolas de nieve de papel, una actividad divertida y perfecta como juego de interior para el invierno.
Materiales necesarios
- Papel. Podemos usar papel de periódico (que no manche), o papeles que nos hayan sobrado de otras actividades
- Cestas grandes o cajas de cartón
Paso a paso
- Prepararemos el juego haciendo muchas bolas de papel de gran tamaño.
- Luego llenamos una cesta con las bolas, y podemos disponer alguna otra vacía en el espacio de juego.
Los juegos posibles son varios:
- Enterrarse entre las bolas de nieve y esconderse
- Lanzar las bolas de nieve
- Vaciar la cesta y volver a llenarla
- Pasar las bolas de una cesta a la otra
- Encestar las bolas desde una cierta distancia
- Construir una montaña de bolas
Os aconsejamos no dar demasiadas indicaciones a los niños, que sean ellos los que van descubriendo y explorando, y si hace falta cada tanto pues sugerirles un juego.
Quién puede hacer esta actividad
- Niños a partir de 1 año: a partir de esta edad seguramente sentirán curiosidad por el juego. Se meterán dentro de la cesta, quitarán las bolas, etc. A medida que van creciendo explorarán nuevas posibilidades: lanzarlas, saltarlas, apilarlas, etc.
Para qué sirve esta actividad
Como hemos dicho, el objetivo principal de esta actividad es desarrollar la motricidad gruesa. La motricidad gruesa es la que involucra varios grupos de músculos, y la coordinación del movimiento y el equilibrio.
También estimularemos la imaginación, siendo un juego libre sin instrucciones precisas.
Consejos prácticos
- Los niños deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto.