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Pintura Comestible!

Pintura comestible

Hacer una pintura comestible que el bebé pueda usar sin peligro alguno es el propósito que persigo en el presente texto.

Quédate conmigo y descubre cómo mezclar distintas sustancias para que el pequeñín de la casa pueda hacer lo mismo que su hermano mayor: pintar; aunque los materiales, la técnica y el desorden, sean distintos.

Los ingredientes para fabricar la pintura casera

Antes de poner manos a la obra para preparar la pintura comestible que le darás al bebé necesitas reunir los siguientes ingredientes:

  • ½ taza de maicena
  • Recipientes plásticos en donde echar las pinturas
  • 3 tazas de agua
  • Colorante para comidas (varios colores)
  • Bandeja amplia u otra superficie donde el bebé pueda pintar

Preparación de las pinturas

Disuelve la maicena en las restantes 2 tazas de agua. Ponla al fuego y mantente revolviendo hasta que hierva, se ponga espesa y semitransparente.

Cuando suceda esto retira la preparación del fuego.

Luego, deja que se enfríe y sírvela en los recipientes y añade los colorantes. A cada uno deberás agregarle una cucharadita de distinto colorante, digamos, verde, amarillo y rojo. Le echarás un poco más si notas que lo necesita. Revuelve bien hasta que le dé color a toda la mezcla.

Repetirás el mismo procedimiento para obtener otros colores.

La preparación de la actividad

La actividad de esta jornada podrás hacerla en cualquier momento del día, pero te sugiero que la realices en un horario previo al baño del bebé.

Antes de darle las pinturas a tu hijo te recomiendo disponer un lugar que él pueda embarrar sin problemas. Ya te hablaba de ponerle una bandeja delante con el objetivo de que pinte sobre ella, pero no debes olvidar los elementos a su alrededor: muebles, suelo, paredes…

En tu patio trasero no debe haber peligros y él tendrá la libertad de embarrar a su antojo.

Si tu peque es un bebé, puedes colocar las pinturas en una bandeja delante de él, siéntate a su lado y muéstrale en qué consiste la actividad. Deja que experimente libremente.

Pintura de dedos comestible

Muéstrale a tu peque que el juego consiste en meter un dedo dentro de uno de los frascos de pintura para untarla sobre la bandeja.

Es importante que él vea cómo esparces la mezcla y le das color a la superficie.

Enséñale, que para pintar con otro tono puede usar los restantes dedos y que las pinturas sirven para amasarlas.

Coge una de sus manitas y embarra un dedo de cada tonalidad, luego, pásala por la superficie para esparcir los colores. Sorpréndete y muestra alegría por lo que acaban de hacer.

Esta actividad lleva el nombre de pintura de dedos comestible porque precisamente tu peque le interesará tanto untar las pinturas como meterse los deditos en la boca para comérsela.

En cualquiera de los dos casos debes dejarle hacer porque las pinturas se retiran de las superficies de manera fácil, solo basta usar mucha agua y un poco de detergente; y como están preparadas con alimentos que normalmente él ingiere no hay problema en que se las coma.

Para finalizar el juego, y si no lo ha hecho (cosa difícil de creer) píntale una piernita, un pie y deja que use la pintura como ejercicio de experimentación.

Quizás te ensucie también a ti, se eche un poco en la cabeza o juegue a tirarla… cuando esto suceda coge calma y recuerda: las pinturas se quitan de manera fácil.

Otra receta de pintura de dedos comestible más sencilla:

Necesitas:

  • Leche condensada
  • Colorantes vegetales
  • Papel para pintar

Separa la leche condensada en diferentes recipientes.

Pon unas gotas de colorante en cada uno de los recipientes y remueve con una cuchara