Para que ayudes a tu hijo a sentir menos aversión de bañarse y lejos de obligarlo, le muestres que ese también puede ser un momento divertido, te traigo la inocente sugerencia de “sobornarlo” con pompas de jabón echas con las manos.
La hora del baño no siempre es el momento más agradable de la jornada, al menos para tu hijo. Si bien es cierto que a los niños les encanta jugar con agua, también se sabe que no a todos les agrada que le froten la espalda, le deshollinen las orejas, o le restrieguen debajo del cuello para sacarle el churre… en resumen; que muchos infantes, si se les diera a escoger, jamás pasarían por debajo de la ducha.
Sin embargo, el baño es imprescindible para la buena salud del pequeño tanto como alimentarse bien, dormir y jugar. De ahí la importancia de llevarlo a cabo de manera correcta y, al menos, una vez al día.
Materiales y métodos
Antes de la hora del baño dile a tu hijo que van a jugar con agua y a hacer pompas de jabón con las manos. La curiosidad del niño hará que quiera saber más sobre el novedoso juego. Aprovecha la ocasión, háblale sobre lo divertido que va a ser y embúllalo a reunir lo que necesitan.
Los materiales
Son los mismos que usas para bañarlo:
- Agua y jabón, este último de preferencia líquido.
- Un pequeño recipiente, puede ser un cubo, una jarra… lo que desees.
Paso a paso:
Cuando tengas todo listo y, ya tu niño esté dentro de la bañera, indícale que eche jabón líquido dentro de la vasija elegida, un poco de agua y, a continuación, que comience a batir con las manos. Enséñale cómo recoger la espuma de la superficie y soplarla para que vuele muy rápido; o que se frote las manos y las despegue poco a poco para formar enormes pompas que, también al soplarlas, se irán volando, aunque con menos velocidad que la espuma anterior.
Mientras tu hijo se mantenga haciendo pompas con las manos tú podrás bañarlo sin ningún tipo de dificultad.
Espero que se diviertan.