Las bolsas sensoriales son una actividad perfecta para estimular los sentidos de los bebés, os hemos traído varias ideas ya. En esta ocasión haremos una bolsa sensorial de El Grinch especial para Navidad.
Seguro que todos conocéis a El Grinch ¿verdad? Este famoso personaje creado por el escritor y caricaturista infantil Dr. Seuss, es un símbolo de la Navidad, un ser que comienza siendo egoísta y gruñón, para luego dejar de lado su odio y entender el verdadero significado de la Navidad. Por eso os aconsejamos que para acompañar esta actividad sensorial para bebés y niños hasta 3 años, leáis juntos algún libro del El Grinch, o veáis la peli. Más adelante os daremos algunos consejos al respecto.
Materiales necesarios
- Bolsas zip para alimentos
- rotulador permanente negro
- gelatina de color verde (o color claro + colorante alimenticio verde)
- goma eva negra y amarilla
- tijeras
- cuchara
- Cinta adhesiva ancha (tipo carrocero o de embarlar)
Paso a paso
- Para empezar prepararemos la gelatina siguiendo las instrucciones del paquete. La cantidad depende del tamaño de la bolsa, con medio litro de agua debería ser suficiente. Si conseguís una gelatina que sea de color verde la preparáis tal cual. Si en cambio no la habéis conseguido, podéis usar de limón o piña, que son amarillo claro, y agregar unas gotas de colorante verde al agua cuando la preparáis. Dejamos solidificar en la nevera.
- Mientras tanto preparamos la bolsa. Con el rotulador dibujamos la cara de El Grinch bien grande, ocupando todo un lado de la bolsa.
- En la goma eva amarilla dibujamos dos óvalos para hacer los ojos, teniendo en cuenta el tamaño de la cara que hemos dibujado en la bolsa. Recortamos
- En la goma eva negra dibujamos y recortamos las bolitas de los ojos, las cejas, la nariz y la boca, como vemos en la imagen de aquí arriba.
- Ahora llenamos la bolsa con la gelatina. No tiene que quedar demasiado llena, debe cerrar cómodamente y la gelatina se tiene que mover dentro al presionar
- Ponemos los ojos, cejas, boca y nariz sobre la gelatina, más o menos en el sitio en el que deberían ir, y cerramos bien la bolsa. Ya tenemos lista nuestra bolsa sensorial de Navidad para que nuestro peque pueda comenzar a jugar
Quién puede hacer esta actividad
- Bebés a partir de 6 meses: recién están empezando a mantenerse sentados, o tal vez aún no lo hagan. Podéis poner la bolsa en el suelo y acostar al bebé boca abajo, de manera que pueda tocarla con sus manos, estimulando los músculos del cuello para mantener la cabeza erguida.
- Bebés a partir de 9 meses: ya se sientan sin problemas, gatean o se mueven a su manera. Es el momento para hacer esta actividad sentados, con la bolsa en el suelo, y dejarles experimentar con las manos e incluso los pies.
- Bebés a partir de 18 meses: a esta edad, además de estimular los sentidos, podemos incorporar el juego de armar y desarmar la cara de El Grinch: ¿cuáles son los ojos de El Grinch? ¿Dónde van? ¿Y tus ojos dónde están?
Para que sirve esta actividad
Como todas las bolsas sensoriales, con esta actividad se estimulan principalmente los sentidos del tacto y la vista. También se estimula la motricidad fina, cuando los bebés intentan mover los ojos, boca, etc.
Con los niños a partir de 18 meses podemos aprender además las partes de la cara: nariz, boca, ojos, etc. Para ello podemos ir guiando al peque con preguntas, como hemos visto en las indicaciones de las edades.
Consejos prácticos
- Los niños deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto
- Podéis adaptar la actividad a otras temáticas, usando gelatinas de otros colores y dibujos diferentes sobre la bolsa.
- Si pegáis la bolsa en una puerta ventana, la luz del sol atravesará la gelatina creando efectos de transparencia que estimulan aún más el sentido de la vista.
