¿Por qué no leer en voz alta, a la vez que tu niño dibuja?
El dibujo libre, además de tomarse como un pasatiempo que pueda tener un niño, es un ejercicio didáctico que lo ayuda a crecer físicamente porque le refuerza habilidades de la psicomotricidad fina que debe alcanzar en los primeros años del desarrollo.
El niño que dibuja de forma libre se siente inclinado a crear por su cuenta, a ser espontáneo y hacer uso de su fértil imaginación.
Los materiales
Los materiales que tu niño va a necesitar para dibujar de manera libre son los que te nombro a continuación:
- Una hoja de papel grande. Puedes también usar varias hojas de tamaño estándar, pegarlas unas con otras usando cinta adhesiva por detrás y cubrir toda la mesa.
- Lápices de colores, crayolas o rotuladores
- Un libro de cuentos. Si buscas un cuento original que puedas leer desde el móvil, te recomiendo nuestro
La actividad creativa
Antes de pedirle al niño que te acompañe, tenlo todo dispuesto.
Prepara los folios de papel y luego, coloca los colores, las crayolas o los rotuladores en una esquina de la misma.
Coge el libro de cuentos y siéntate junto a la mesa; entonces, llama a tu niño diciéndole que le vas a leer un cuento que le gustará mucho. Cuando él llegue enséñale el libro e inicia la lectura.
El objetivo de este juego es que tu niño tenga iniciativa y, sin que se lo hayas pedido, comience a dibujar con los materiales que tiene sobre la mesa.
Es probable que use los personajes, las descripciones y la misma historia para hacer su dibujo, o que solo le dé por plasmar sobre la mesa los mismos diseños que siempre hace mientras te escucha. De cualquier manera, la lectura lo impulsará a ser más creativo.
No todos los días tiene la oportunidad de estar frente a una hoja de papel tan grande como la que tiene ahora. Estas nuevas dimensiones también le servirán de estímulo.
Ahora bien, si tu hijo es tímido, o si se sumerge en la trama de la historia que le lees y no le presta asunto a la mesa que tiene dispuesta, señálasela y pídele que te dibuje alguno de los protagonistas del cuento. No obstante, si no quiere ponerse a dibujar porque prefiere prestar asunto a la historia, continúa leyendo y no quieras desviarle la atención hacia el papel y los lápices de colores.
Dibujo libre sobre la mesa cubierta de papel
Mamá, ya sea que el niño dibuje por su cuenta o se mantenga concentrado en la trama del cuento y no quiera hacer nada más que eso, una vez llegues al final de la lectura cierra el libro y háblale sobre el cuento que le acabas de leer.
Hazle preguntas y comenten sobre el final del cuento y lo que les pasó o les dejó de pasar a sus protagonistas.
Cuando terminéis de conversar, si tu peque dibujó sobre el papel hablar sobre su obra; si no quiso dibujar, recoge los lápices de colores y ponte a hacerlo tu misma mientras le pides que te acompañe.
Comentar ideas, pregúntale si le gusta lo que dibujas, pídele opiniones y haz lo mismo con el trabajo que él realiza.
Aunque no hayas podido cumplir tu objetivo inicial (que tu hijo dibujara mientras le leías) ejercita su mente y hazle recordar la historia. Buscar alguna de las partes o los personajes que más le agradaron y poneros manos a la obra.