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Experimento casero: tormenta de nieve en un frasco

Nos encantan los experimentos caseros porque son un modo excelente de aprender cosas nuevas: todo aquello que los niños pueden ver, tocar y realizar con sus propias manos se convierte en una experiencia imborrable, ¡mucho más que cualquier cosa que se pueda aprender solo en teoría! Por eso os traemos a menudo ideas como esta tormenta de nieve en un frasco que veremos hoy, un modo excelente para hablar sobre la nieve, el clima, el ciclo del agua, etc.

Este experimento casero se puede realizar con niños de edad preescolar y escolar, incluso a partir de los 2 años.

Materiales necesarios

  • recipiente transparente de cristal o plástico
  • agua
  • aceite de bebé
  • témpera blanca
  • purpurina o estrellitas
  • pastilla o polvo efervescente tipo Alka Seltzer

Paso a Paso

  1. Llenamos nuestro recipiente con aceite, hasta cubrir aprox. 3/4 de su volumen. 
  2. En un cuenco mezclamos una cucharada de témpera blanca con un vaso de agua, y removemos hasta que la témpera se disuelva.
  3. Echamos el agua en el frasco con aceite, sin llegar hasta el borde, dejando aprox. un dedo de espacio vacío.
  4. Espolvoreamos con la purpurina y esperamos que el agua se vaya hacia el fondo del frasco. 
  5. Ahora le decimos a los peques que haremos nevar dentro del frasco. Echamos el polvo o pastilla efervescente partida en dos o tres partes. Enseguida la reacción entre el agua  y la pastilla producirá burbujas blancas que se mueven en el aceite ¡nevará dentro del frasco!

Explicación científica

La reacción entre el agua y el bicarbonato sódico y un ácido orgánico presentes en el efervescente produce dióxido de carbono (CO2), gas que forma burbujas ascendentes que se mueven dentro del aceite.

Quién puede hacer esta actividad

  • Niños a partir de 2 años: a partir de esta edad podrán apreciar las burbujas y al comprender que ellos mismos pueden crearlas les parecerá muy divertido. Cuando los peques son más mayores, podemos ir aprovechando la actividad para hablar de la nieve, el ciclo del agua, etc.

Para qué sirve esta actividad

Los experimentos caseros estimulan la curiosidad, la capacidad de observación, el pensamiento lógico, la compresión de la relación entre causa y efecto. Los experimentos para niños son un modo ideal de aprender a través de la experiencia y la observación directa. Es posible que un peque olvide algo que aprendió leyendo en un libro, pero seguro que no olvidará algo que aprendió haciendo un experimento divertido y curioso.

Con este experimentos podemos hablar sobre la nieve, el clima, el ciclo del agua: ¿Qué es la nieve? ¿Cómo se forma? ¿Por qué nieva?

Consejos prácticos

  • Los niños deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto
  • Podéis repetir el experimento varias veces con el mismo líquido, echando más pastillas o polvo efervescente.
  • Podéis usar aceite comestible, escoged uno que sea incoloro o que tenga un color muy claro.